lunes, 9 de enero de 2012

HELLS BELLS


Este domingo terminaba la semana de asimilación y que mejor manera de terminar que con un día libre para disfrutar de la bici en compañía del grupo de carreteros de Palencia.

Es verdad que en muchas ocasiones, a estas alturas del año, ir a Palencia supone un castigo más que un disfrute, pero ayer fue un día tranquilo, en el que se pudo rodar bien en el grupo, sin tirones, con una velocidad constante, no demasiado alta y controlada, donde todo el mundo llego a buen puerto después de 100 km y 3 horillas escasas.


La mañana comenzaba fría, con bancos de niebla que se agarraban en Palencia manteniendo el pulso al Sol que esta vez impondría su ley, en un marco, Diciembre, no demasiado propicio para sus victorias. Después de agruparnos en San José comenzamos la mañana entre la niebla y el frío. En este crudo ambiente te da tiempo a pensar que el cielo, en el que me encuentro inmerso es quizá más crudo que las llamas del averno, y entre risas, tarareando algo de AC/DC intento entrar en calor sorprendido de las incongruencias de mis pensamientos.

hells bells, hells bells
hells bells, you got me ringing
hells bells, my temperature's high
hells bells

Un infierno que se precie ha de tener su cancerbero y en Palencia tiene nombre y apellidos.

El rabo terminado en punta de flecha le está creciendo, porque las patas de cabra, juro,  yo las he visto, negruzcas, sin carne y llenas de venas. Cuernos no sé si tiene, aunque cojones no le faltan, porque a su edad, recordad, el Diablo sabe más por viejo que por Diablo, este sabe como atormentar a todos aquellos que buscan quietud y paz. El tridente lo lleva en las ruedas en forma de radios de carbono y quien no se lo crea, que le siga en uno de sus viajes al infierno, si es que puede, enganchado a su estela o a la de alguna de sus víctimas que tras él arrastra embriagadas por su olor a azufre.

Una vez escuché que lo más importante en el camino de un hombre es el momento en el que abandona su hogar y el instante en el cual regresa, siendo lo demás transitorio. Mi domingo de entreno termina en Palencia, unos kilómetros después, después de compartir una agradable mañana de Enero.

Un saludo.

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